Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams, se convirtió en un clásico del teatro y sigue siendo un contemporáneo. Como creadores actuales proponemos extraer a Blanche DuBois de su contexto, dándole una temporalidad natural, envejeciendo, triunfando y fracasando, sometiéndola a una transformación y agonía a través del tiempo. De esta manera, cada día es diferente en la vida de Blanche, lo que le imprime a esta pieza un carácter performativo.

Blanche ingresa en un psiquiátrico y convierte el hospital en un gran teatro. En ese momento de su vida, mantiene una conversación con Tennessee Williams. Irónicamente le agradece haberla convertido en uno de los personajes más emblemáticos de la literatura dramática universal. Además, habla también con otros personajes de Un tranvía llamado deseo, desde el suplicio y la angustia... Piensa Blanche DuBois "qué gran putada hacerme grande y eterna".



Fotografías: Fuco Reyes